Lima, principios del siglo XXI
El camino de mi destino se desarrolla en San Juan de Lurigancho, distrito cuya historia comienza en la época prehispánica, pero que es más conocido en la actualidad por ser el más poblado y uno de los más violentos de Lima, la capital del Perú. Es a comienzos de la década de 1980 que comienza a crecer desmesuradamente, llenándose de asentamientos humanos producto de las migraciones provenientes del interior del país, fruto de las crisis económicas posteriores a la Reforma Agraria, la violencia terrorista y la hiperinflación.
La violencia urbana de la época del terrorismo cambia de rostro a fines de 1990 y en el siglo XXI va redefiniéndose en el fenómeno del pandillaje, uno de los principales problemas de seguridad. En una escena del documental se ve a la policía dar vueltas alrededor del enfrentamiento entre dos pandillas para terminar yéndose del lugar, sin siquiera intervenir. Las pandillas terminan imponiendo su ley en un espacio donde la autoridad está en crisis.
Por otro lado están las instituciones del Estado, como la escuela en la que estudia Maruja, quien a los doce años cursa recién tercero de primaria y no sabe leer ni escribir, ante el desconocimiento absoluto de este hecho por parte de sus profesores.
La pandilla se convierte entonces en el espacio de desarrollo y protección, espacio que no lo da ni la familia ni la escuela. En la pandilla Maruja puede acceder a conocimientos más cercanos a su realidad y puede establecer vínculos que no desarrolla en otros espacios.
Pero esta aparente organización no ofrece a sus miembros un futuro mejor. Los crímenes, el penal, la imposibilidad de un trabajo estable, la drogadicción, el no poder acceder a buenos servicios de salud, termina llevando a los miembros mayores de la pandilla a confesar su desesperación y en algunos casos, su arrepentimiento. Alguno recordará con tristeza sus días de escolar y las promesas que dejó de lado. Todavía la educación aparece como una posible salvación. A pesar de todo, sin ella, no hay futuro posible.